¿En qué consiste el tratamiento para el bruxismo con toxina botulínica?
El tratamiento con toxina botulínica para el bruxismo consiste en inyectar esta sustancia en los músculos maseteros, con el objetivo de relajarlos. Al reducir la fuerza de contracción de estos músculos, la toxina botulínica ayuda a aliviar los síntomas asociados con el bruxismo, como el dolor de mandíbula, las cefaleas y el desgaste dental. Además de mejorar los síntomas, este procedimiento puede tener el beneficio adicional de afinar el contorno del rostro, proporcionando un efecto estético.
Beneficios del tratamiento:
- Reducción de la tensión y el apretamiento involuntario de la mandíbula.
- Alivio del dolor de mandíbula y de las cefaleas.
- Prevención del desgaste dental.
- Afinamiento del contorno facial.
- Procedimiento no quirúrgico y con resultados rápidos.
Recomendaciones:
Es importante una valoración previa para determinar si este tratamiento es adecuado para ti, y así personalizar el enfoque según tus necesidades.
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